El ataque, que formó parte de una operación israelí a gran escala contra las instalaciones militares de Teherán, provocó una fuerte reacción de las autoridades iraníes y aumentó la tensión en Oriente Medio, amenazando con desembocar en un conflicto abierto.
El incidente atrajo la atención de la comunidad internacional, que teme una mayor escalada.
Según EADaily, el ataque con misiles contra la residencia de Jamenei formó parte de una campaña israelí para debilitar la capacidad militar de Irán.
Según informó The Jerusalem Post, la Fuerza Aérea Israelí atacó bases del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) e instalaciones de producción de misiles balísticos en Teherán y otros lugares.
La agencia de noticias iraní Tasnim confirmó la destrucción, pero no proporcionó detalles sobre el estado de la residencia de Jamenei ni sobre las posibles víctimas. Fuentes de Reuters señalaron que el ayatolá Jamenei, quien se encuentra en un lugar seguro, supervisa personalmente la respuesta de Teherán.