Los documentos incluyen declaraciones individuales de Trump y su esposa, Melania , junto con las entidades comerciales de Trump de 2015 a 2020.

Muestran cómo Trump usó el código tributario para reducir su obligación tributaria y revelan detalles sobre cuentas extranjeras, contribuciones caritativas y el desempeño de algunas de sus empresas comerciales de más alto perfil, que en gran medida habían permanecido protegidas del escrutinio público.

La divulgación marca la culminación de una lucha legal de un año que se ha desarrollado en todas partes, desde la campaña presidencial hasta el Congreso y la Corte Suprema , ya que Trump rechazó persistentemente los esfuerzos para compartir detalles sobre su historial financiero, en contra de la práctica de transparencia seguida por todos sus predecesores en la era posterior a Watergate.

La publicación de los registros se produce pocos días antes de que los republicanos retomen el control de la Cámara y semanas después de que Trump comenzara otra campaña por la Casa Blanca. Los registros muestran cómo Trump limitó su responsabilidad fiscal al compensar sus ingresos con pérdidas corporativas, así como con millones de dólares en gastos comerciales, depreciación de activos y otras deducciones.

Si bien Trump pagó $641,931 en impuestos federales sobre la renta en 2015, el año en que comenzó su campaña para presidente, pagó solo $750 en 2016 y 2017, según un informe publicado la semana pasada por el Comité Conjunto de Impuestos no partidista del Congreso. Pagó casi $1 millón en 2018, pero solo $133,445 en 2019 y nada en 2020, año en que buscó la reelección sin éxito. Los registros también detallan las propiedades extranjeras de Trump.

Trump, según los documentos, informó tener cuentas bancarias en China, Irlanda y el Reino Unido entre 2015 y 2017, incluso cuando era comandante en jefe. Sin embargo, a partir de 2018, solo declaró una cuenta en el Reino Unido. Los resultados también muestran que Trump reclamó créditos fiscales extranjeros por los impuestos que pagó en varias empresas comerciales en todo el mundo, incluidos los acuerdos de licencia para el uso de su nombre en proyectos de desarrollo y su campo de golf. Cursos en Escocia e Irlanda.

En varios años, Trump parece haber pagado más en impuestos extranjeros que en impuestos federales sobre la renta netos de EE. UU., realizando pagos a países como Azerbaiyán, China, India, Indonesia, Panamá, Filipinas, San Martín, Turquía y los Estados Árabes Unidos.

Emiratos. Los documentos muestran que las donaciones caritativas de Trump fluctuaron durante su presidencia pero, en sus últimos años, representaron solo una pequeña parte de sus ingresos. En 2020, el año en que el coronavirus devastó la economía, Trump no informó ninguna donación caritativa. En 2019 y 2018 informó haber emitido cheques por alrededor de $500,000 en donaciones.

En años anteriores, las cifras eran más altas: $1,8 millones en 2017 y $1,1 millones en 2016. No está claro si las sumas reportadas incluían el salario presidencial anual de $400,000 de Trump, al que había dicho que renunciaría y afirmó que lo donó a varios departamentos federales.

Jeff Hoopes, profesor de contabilidad en la Escuela de Negocios Kenan-Flagler de la Universidad de Carolina del Norte, describió los impuestos de Trump como un “rendimiento grande y complicado, con un negocio que está configurado para ser complicado” con “cientos de entidades repartidas por todo el mundo.” Señaló que muchas de esas entidades no son rentables, lo que describió como “bastante mágico en lo que respecta al código fiscal”. “Es difícil saber si alguien es realmente malo en los negocios o realmente bueno en la planificación fiscal, porque ambos se parecen”, dijo. El comunicado marca el último revés para Trump, quien se ha visto envuelto en investigaciones, incluidas consultas federales y estatales sobre sus esfuerzos para anular las elecciones de 2020. El Departamento de Justicia también ha estado investigando montones de documentos clasificados encontrados en su club de Mar-a-Lago y posibles intentos de obstruir la investigación.

En un comunicado el viernes, Trump arremetió contra los demócratas y la Corte Suprema por el lanzamiento. “Va a conducir a cosas horribles para tanta gente”, dijo. “Los demócratas radicales de izquierda han armado todo, pero recuerden, ¡esa es una peligrosa calle de doble sentido!” Dijo que las devoluciones demostraron "cuán orgullosamente exitoso he sido y cómo he podido usar la depreciación y otras deducciones fiscales" para construir sus negocios.

Al presidir una sesión pro forma de rutina de la Cámara el viernes, el representante Don Beyer, presidente del Comité Económico Conjunto, dijo que se había tenido mucho cuidado para garantizar que las declaraciones fueran tratadas con delicadeza, con información personal y de identificación redactada. “Hemos estado tratando de ser muy cuidadosos para asegurarnos de que no estábamos 'armando' las declaraciones del IRS”, dijo Beyer, D-Va.

También es miembro del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de redacción de impuestos, que realizó una votación de línea partidaria la semana pasada para hacer públicas las declaraciones. Las declaraciones detallan cómo Trump usó la ley fiscal para minimizar su responsabilidad, incluida la transferencia de pérdidas masivas de años anteriores, según lo permite la ley fiscal.

Trump dijo durante su campaña de 2016 que pagar poco o ningún impuesto sobre la renta en algunos años “me hace inteligente”. Por ejemplo, en 2020, más de 150 de las entidades comerciales de Trump enumeraron ingresos comerciales calificados negativos, que el IRS define como "la cantidad neta de elementos calificados de ingresos, ganancias, deducciones y pérdidas de cualquier comercio o negocio calificado".

En total para ese año fiscal, combinado con casi $9 millones en pérdidas acumuladas de años anteriores, las pérdidas calificadas de Trump ascendieron a más de $58 millones durante el último año de su mandato. Otra de las pérdidas de dinero de Trump: la pista de hielo que su compañía operó hasta el año pasado en el Central Park de la ciudad de Nueva York. Trump informó un total de $ 2.6 millones en pérdidas de Wollman Rink durante los seis años que se hicieron públicos. La pista, una de las primeras joyas de la Organización Trump a través de un contrato con el gobierno de la ciudad de Nueva York, reportó una pérdida de $1.3 millones en 2015 a pesar de recibir $9.3 millones en ingresos, según las declaraciones de impuestos. La pista obtuvo una ganancia de $ 298,000 en 2016, pero volvió a perder efectivo en cada uno de los siguientes cuatro años.

Los aspectos de las finanzas de Trump han estado envueltos en misterio desde sus días como un prometedor desarrollador inmobiliario de Manhattan en la década de 1980. Trump, conocido por construir rascacielos y presentar un programa de telerrealidad antes de ganar la Casa Blanca, proporcionó detalles limitados sobre sus propiedades e ingresos en los formularios de divulgación obligatoria y estados financieros que proporciona a los bancos para garantizar préstamos y a revistas financieras para justificar su lugar en Ranking de los multimillonarios del mundo.

Desde entonces, la firma de contabilidad de Trump desautorizó las declaraciones, y la fiscal general de Nueva York, Letitia James, presentó una demanda alegando que Trump y su Organización Trump inflaron de manera fraudulenta los valores de los activos en las declaraciones. Trump y su compañía han negado haber actuado mal.

En octubre de 2018, The New York Times publicó una serie ganadora del premio Pulitzer basada en registros fiscales filtrados que contradecían la imagen que Trump había tratado de vender de sí mismo como un hombre de negocios hecho a sí mismo.

Mostró que Trump recibió un equivalente moderno de al menos $ 413 millones de las propiedades inmobiliarias de su padre, y gran parte de ese dinero provino de lo que el Times llamó "evasión de impuestos" en la década de 1990. Una segunda serie en 2020 mostró que Trump no pagó ningún impuesto sobre la renta en 10 de los 15 años anteriores porque, en general, perdió más dinero del que ganó.

En su informe de la semana pasada, el Comité de Medios y Arbitrios indicó que la administración Trump puede haber ignorado un requisito que exige auditorías de las declaraciones de impuestos de un presidente . El IRS solo comenzó a auditar las declaraciones de impuestos de Trump de 2016 el 3 de abril de 2019, más de dos años después de su presidencia, cuando el presidente de Medios y Arbitrios, el representante Richard Neal, D-Mass., solicitó a la agencia información relacionada con el impuesto. devoluciones.

Todos los presidentes y candidatos de partidos importantes desde Richard Nixon han puesto voluntariamente a disposición del público al menos resúmenes de su información fiscal. Trump se opuso a esa tendencia como candidato y como presidente, afirmando repetidamente que sus impuestos estaban “bajo auditoría” y no podían publicarse.