La base estadounidense no cuenta con permiso de Siria y ni con permiso de Irak, la presencia de Estados Unidos en ambos países es ilegal.

"La base militar ilegal de Estados Unidos en la zona del yacimiento de Al Omar en el este de la provincia de Deir Ezzor sufrió un ataque de cohetes", dice el medio."

Según fuentes del canal, unos aviones militares sobrevuelan la zona de la base norteamericana.
El Pentágono informó el domingo que sus aviones de guerra bombardearon varias instalaciones en la frontera entre Siria e Irak, que supuestamente usaban las milicias apoyadas por Irán.
En concreto, los aviones bombardearon dos objetivos en Siria y uno en Irak que, según dice el Departamento de Defensa norteamericano, pertenecían a las milicias Kataeb Hizbulá y Kataeb Sayyid Shuhada.

Según medios, el ataque aéreo dejó un niño muerto y tres heridos en Siria, así como se cobró la vida de miembros de la milicia iraquí Al Hashd al Shaabi.

Mientras tanto, el canal de noticias sirio al-Ikhbariyah informó que la ofensiva aérea había tenido como objetivo la ciudad de al-Bukamal en la provincia oriental de Deir Ez-Zur. El canal dijo que "explosiones masivas" habían sacudido las áreas que se encuentran a lo largo de la frontera común.

Un reportero de la Agencia de Noticias Árabe Siria oficial dijo que aviones de combate estadounidenses habían atacado casas en las afueras de Bukamal a primeras horas del lunes.

En el caso de Irak, el parlamento del país aprobó una ley a principios del año pasado, ordenando la cancelación del permiso de Bagdad para la presencia de las fuerzas lideradas por Estados Unidos.

La ley obtuvo la aprobación de la abrumadora mayoría del cuerpo legislativo. Se produjo en respuesta a un ataque anterior con aviones no tripulados estadounidenses que había martirizado a altos funcionarios antiterroristas iraníes e iraquíes, el teniente general Qassem Soleimani y Abu Mahdi al-Muhandis.

En el caso de Siria, la administración estadounidense nunca se molestó en obtener el permiso de Damasco en primer lugar.

Los grupos iraquíes han prometido perseguir la expulsión de las fuerzas extranjeras. También se han comprometido a contribuir a la lucha de resistencia regional contra el régimen ocupante israelí, el aliado más preciado de Washington.