Le besó la fortuna dos veces en 20 días y obtuvo dos ganancias récord al 'rasca y gana' por un total de 3 millones de euros. ¿Demasiada fortuna y mucha coincidencia para ser verdad? Un brasileño de 40 años, de profesión albañil, con empresa especializada en alicatar y solar, el pasado 4 de febrero compró cerca de Módena un boleto y resultó ganador de un premio de un millón de euros, que depositó en un banco de Peschiera del Garda. A mediados del mismo mes acudió a otro estanco, esta vez en la provincia de Verona, en compañía de un colega veronés, de 47 años. Allí compró otra tarjeta de 'rasca y gana' y duplicó la fortuna: Un premio gordo de dos millones. El alicatador y solador brasileño y su amigo volvieron al banco de Peschiera del Garda (Verona) que aceptó el billete premiado y lo acreditó el 24 de febrero.
¿Mucha casualidad? Eso es lo que pensó el servicio de vigilancia financiera de Bankitalia (Banco Central italiano), basándose simplemente en un simple cálculo. La probabilidad de que algo así ocurra es, estadísticamente, 'cercana a cero'. En consecuencia, los investigadores de Bankitalia sospecharon de que podía haber una filtración fraudulenta de información por parte de algunos empleados de Lottomatica, concesionaria de la lotería estatal, quienes habrían filtrado a supuestos cómplices datos ultrasecretos sobre los estancos donde se vendieron los boletos ganadores. Los especialistas de Bankitalia rastrearon los movimientos de dinero del brasileño y descubrieron que acaba de darse la orden el 30 de marzo de una gran transferencia de 800.000 euros al Banco do Brasil. Mientras tanto, el brasileño, que llegó a Italia hace tres años, siguió con su vida habitual de familia, con su esposa y una hija, y de trabajo como alicatador-solador.
Del sueño a la pesadilla
Lo que no podía imaginar es que pronto pasaría del sueño millonario a la pesadilla judicial. Bankitalia presentó una denuncia en el juzgado y el caso pasó a los militares de la Guardia de Finanzas. Sus investigadores tienen la firme sospecha de que el brasileño fue avisado por algún contacto relacionado con el concesionario Lottomatica que distribuye las tarjetas 'rasca y gana' desde Roma. La Guardia de Finanzas comprobó que hay rastros de acceso no autorizado al sistema informático de la empresa romana que se ocupa de la distribución en el territorio. Desde allí pudo partir la filtración fraudulenta.
Al presentarse la denuncia, la jueza de Verona ordenó de inmediato el embargo preventivo del botín de los dos premios millonarios, por un total de 2.400.000 euros (la ganancia neta, una vez hechas las deducciones para la hacienda pública). Mientras, el brasileño y su amigo fueron imputados con la hipótesis de blanqueo de dinero. Han trascendido algunos datos de ambos: El brasileño es TGR, vive en Monzambano, provincia de Mantua, en la región de Lombardía, y es trabajador autónomo con una empresa unipersonal de 'ingresos bajos', dedicada a alicatar y solar. Su presunto cómplice es CC, 47 años, de Caprino Veronese, municipio de la provincia de Verona.
No acaba aquí la historia de la afortunada coincidencia del brasileño. Resultó ligada con una investigación que ya había iniciado la Guardia de Finanzas, siguiendo la pista de una posible estafa en una filtración de tarjetas de 'rasca y gana'. Están indagados tres empleados y un gerente de la concesionaria para la distribución de los billetes. Creen los investigadores que el brasileño estuvo en contacto con alguna persona relacionada con el gerente y los tres empleados, recibiendo la pista en ese círculo. Esa filtración de información sobre los boletos ganadores por parte de la concesionaria detectada por la Guardia de Finanzas ha motivado que se abra 'un proceso penal'.
Preanuncio de un tercer premio
Como guinda o detalle final para la trama hay un detalle sospechoso sobre el brasileño con empresa unipersonal especializada en alicatar y solar: Después de que sus dos primeros boletos millonarios habían sido aceptados, estaba listo para dar un tercer golpe. No hay dos sin tres, debió pensar. Pero esta vez de 5 millones de euros. De fuentes policiales ha trascendido que el brasileño había ya «preanunciado en el banco que tendrían que proceder a acreditarle un tercer boleto ganador de 5 millones».
Habría sido ya el máximo, demasiado. Pero su abogado, Giovanni Chincarini, pretende atajar sospechas y maledicencias: «Puede parecer poco probable, pero mi cliente es una muy buena persona y tuvo mucha suerte», ha explicado el letrado al diario Arena de Verona. ¿Mucha suerte? Demasiada, para ser verdad.
Ángel Gómez Fuentes