Meghan Markle voló desde Canadá hasta Londres para reunirse con su amado Henry. La pareja regresó al seno de la reina Isabel II para cumplir con uno de sus últimos compromisos.
Esta semana la duquesa de Cambridge fue noticia debido a los acertados looks que lució en sus diversas presentaciones públicas, pero ahora todo esto ha quedado en el olvido gracias al vestido midi que llevó Meghan Markle.
Meghan desafió, sin duda alguna, la lluvia de la capital británica al llevar un vestido midi de cuello redondo, mangas cortas y falda de tubo hasta la rodillas de la diseñadora Victoria Beckham. Su atrevido vestido color azul cielo hizo ver a la duquesa de Sussex como una de las mujeres más hermosas de la noche, sino la más.
El diseño es arriesgado por dos factores, el principal gracias a la lluvia es que una sola gota de agua sobre la tela lo haría lucir sucio o manchado, porque destacaría como un lunar azul mal puesto sobre la limpieza del diseño. Y la segunda es que este era pegado al cuerpo y por ende dibujaba su silueta.