El video muestra a la mujer, visiblemente furiosa, discutiendo por un empleado, pero el motivo es imposible de discernir porque la grabación no tiene audio.

¿Por qué?

La dirección de Tim Hortons aclara lo sucedido, o al menos parte del incidente, en el siguiente comunicado remitido a la cadena CBC:

En algunos casos muy concretos los restaurantes pueden aplicar una política de acceso restringido a los baños para garantizar el bienestar de nuestros huéspedes.

Según hemos podido saber, lo que ocurrió es que un miembro del equipo usó su discreción en este caso y le negó el acceso a los baños a este esta clienta, al parecer basándose en un comportamiento anterior, y por la seguridad inmediata del resto de miembros del equipo y clientes del restaurante.

No la dejaron entrar en el baño.

Según Abbotsford Newscuando la discusión alcanzó cierto grado, los empleados llamaron a la policía. La mujer fue arrestada cuando se encontraba en el estacionamiento del restaurante, pero aún no se han presentado cargos. Probablemente tengan que hacer un par de consultas para determinar qué delito exacto se aplica en caso de lanzamiento de excremento fresco y posterior fuga.

Viendo el video, lo más extraño es que ningún otro cliente reaccionara al asalto. Puede que simplemente no se vea en la cámara o que nadie hiciera nada. Cuando alguien se baja los pantalones dispuesto a fabricar ahí mismo sus propias armas biológicas poco más se puede hacer en pro del diálogo.