Según fuentes localizadas en el Estrecho del Bósforo, los dos barcos rusos han sido identificados como la fragata 868 Pytilvyy clase Krivak y el destructor 870 Smetlivyy clase Kashin.
Mientras que la fragata 868 Pytilvyy se especializa en la guerra antibuque y antisubmarina y posee misiles adecuados para estas tareas, la 870 Smetlivyy puede llevar a cabo ataques contra objetivos en tierra, mar o aire con idéntica eficacia.
Tras atravesar el Estrecho del Bósforo ambos buques navegan ahora en el Este del Mediterráneo y llegarán a Siria esta semana, reforzando así el grupo basado en el puerto sirio de Tartús.
Gracias a la aportación de estos y otros barcos, la flota rusa podría destruir numerosos buques de la Flota estadounidense en pocos minutos, incluyendo portaaviones.
El experto ruso, Igor Kuroshenko, director de la revista Defensa Nacional y director del Centro de Investigación sobre el Comercio Mundial en Armas, reveló que una fuente del Ejército ruso le aseguró que los barcos y submarinos de la flota rusa estaban dispuestos a destruir los barcos estadounidenses que lleven misiles en el Mediterráneo en 30 minutos si éstos atacan a las fuerzas rusas asignadas a ayudar al Ejército sirio en su lucha contra el terrorismo.
La misma fuente, las unidades navales rusas que abandonaron el puerto sirio de Tartús siguieron a todos los barcos y a los submarinos británicos y norteamericanos que participaron en el ataque a Siria e impidieron a un submarino británico lanzar sus misiles.