La 'Lega italiana real vampires', con sede en la ciudad de Meldola, en la provincia de Romagna, reúne a 2.000 de estos individuos de todas las regiones de Italia. Sin embargo, los seguidores de Drácula pueden ser muchos más, pero algunos de ellos prefieren quedarse a la sombra.
Santandrea, quien preside la Lega, contó que para ser un vampiro, lo principal es tener una fisiología específica.
El síntoma más obvio puede ser una temperatura corporal por debajo de la normal, lo que implica una tendencia a llevar una vida activa durante la noche y también acostumbrar beber sangre para obtener energía vital. Sin embargo, el consumo de sangre es practicado por una minoría de estas personas, alrededor de 200 de los 2.000. Para este rito, son voluntarios los que proporcionan su sangre.
La Lega es la organización oficial que Santandrea fundó en 2013. Reúne 'vampiros' de carne y hueso y lucha por sus derechos.
"Además, tratamos temas médicos, basados en estudios estadounidenses de vampiros. Ahí este fenómeno ha sido estudiado durante 30 años. No nos vemos como los vampiros que se muestran en las películas y en la televisión. No es una moda. No somos muertos ni inmortales y no dormimos en ataúdes, no le tememos al ajo ni al agua bendita. Somos personas, pero desde el punto de vista médico somos diferentes de otras personas", explica Santandrea.
La temperatura corporal de los vampiros es mucho menor en comparación con la gente común: oscila entre 34 y 34.5 grados. Son sensibles a la luz solar, pero el sol no puede matarles, como se muestra en el cine. Sin embargo, estos rayos sí son capaces de causar problemas con la piel.
Otra característica de los vampiros es la curación más rápida del tejido óseo después de las fracturas. Además, tienen un ciclo diario invertido: por la noche son hiperactivos, mientras que por la tarde quieren dormir, asegura el entrevistado.
Además, algunos de estos vampiros reales poseen habilidades extrasensoriales, según afirma su representante, refiriéndose a la psicometría —la capacidad de ver y leer el pasado al tocar objetos y personas—. Debido a esta habilidad, algunos vampiros cooperan con la policía.