Sin embargo, hasta hoy no se han podido ver las primeras imágenes de la estructura que tiene el objetivo de separar Estados Unidos y México. Y es que, la zona de obras está cercada para impedir la vista al público en una área remota de San Diego, del otro lado de la frontera con México.

Los prototipos serán probados para determinar la capacidad de soportar perforaciones sostenidas con taladros poderosos y para disuadir a quienes intenten escalarlo. Además, uno de los requisitos es que deben ser estéticamente agradables desde la parte norte y que, según ha asegurado Trump, se pueda ver a través del muro.

Los prototipos son una guía para la construcción definitiva del muro en los 3.200 kilómetros de frontera

Las cuadrillas, que actualmente están trabajando en dos de los ocho prototipos, han comenzado a mover la tierra, ya que cada uno de los contratistas cuenta con un plazo máximo de treinta días para finalizar su modelo.

Cada equipo tiene un espacio de tan solo 1,82 metros cuadrados para trabajar en su prototipo, lo que provoca que algunas cuadrillas realicen las labores de ensamblaje en otro lugar antes de trasladar la estructura al sitio definitivo.

El gobierno de EE.UU. considerará los modelos como guía para la construcción del muro en los casi 3.200 kilómetros de la frontera con México. No obstante, la financiación es todavía una gran incógnita. El gobierno ha solicitado ya 1.600 millones de dólares iniciales para el año que viene con el objetivo de construir 96 kilómetros de muro en el Valle del Río Grande (Texas), el corredor más usado para cruce de ilegales.

Así mismo, Trump ha pedido fondos para reemplazar 22 kilómetros de la actual valla que separa ambos países en algunas zonas limítrofes. Y es que, en los más de 3.000 kilómetros de frontera ya hay unos 1.050 kilómetros de cercas y muros. Ahora bien, los demócratas se han negado a proveer los fondos.