Abel se esconde y ni siquiera responde al teléfono
Tanto nadar, dice el refrán, para morir en la orilla. Es lo que le ha sucedido a Pilar Abel, la mujer que interpuso una demanda de paternidad contra Salvador Dalí y que logró incluso que se exhumara el cadáver del pintor. Pues bien, todo para nada: las pruebas de ADN confirman que Pilar Abel no es hija de Salvador Dalí.
Ha sido este verano cuando por decisión judicial se han tenido que realizar las pruebas de ADN al cadáver de Dalí. Unos análisis que, según ha adelantado 'La Vanguardia', demuestran que la pitonisa no es hija del artista.
A la espera del juicio final
Esta ciudadana de Figueres decía ser hija del pintor, pero las pruebas señalan que ni siquiera hay relación de parentesco alguno. El resultado de estos análisis se consideraba básico de cara al juicio anunciado para el día 18 de septiembre en Madrid, aunque Pilar Abel nunca ha aportado prueba escrita alguna, ni de otro tipo, que demuestre que es hija de Dalí.
Después de haber dado decenas de entrevistas desde hace años, la protagonista de esta historia ha decidido esconderse. Al menos durante unas horas, justo minutos después de saberse que no es hija de Dalí. El teléfono apagado es una señal inequívoca de huida.
Huida
El escritor y periodista Josep Playà, experto en el caso y sobre todo en la vida del pintor, de quien incluso ha escrito varios libros, publicaba la noticia a las 16:46 de este miércoles. A las 17:00, en el teléfono de Pilar Abel ya saltaba el contestador. Apagado. Y a las 17:20 se oía el siguiente mensaje: “Buzón Orange. El buzón de la persona a la que llama está lleno, por lo que no es posible dejarle un mensaje”. Y así a lo largo de la tarde. El Whatsapp, sin embargo, lo ha ido revisando...
Fue su abogado quien, después de tener el teléfono apagado durante unas horas, habló finalmetne con Vanitatis. Los demandantes se enteraron de los resultados del ADN por la llamada del medio que daba la exclusiva y tras mostrarse sorprendidos con ellos, no quisieron comentar nada más. "Estoy pendiente de que me llegue la notificación", señala el letrado, "todavía no he podido leer el dictamen. De momento no vamos a hacer declaraciones".
Expertos en Medicina Legal y Forense, como José Antonio Lorente, catedrático de la Universidad de Granada, y Amparo Fernández, jefe del servicio de Biología del Instituto Nacional de Toxicología, explican cómo se puede llegar a la verdad genética que ofrece el análisis del ADN.
"El estudio del ADN exige que tengamos calidad y cantidad del mismo, y el paso del tiempo es lo que más afecta, pero no es el único factor" a la hora de obtener una muestra útil para determinar una paternidad, comentan.
El caso del pintor Salvador Dalí parecía complicado desde el principio.
Su cadáver, sepultado en el Teatro-Museo Dalí de Figueras (noreste de España) tras su fallecimiento el 23 de enero de 1989, está conservado mediante embalsamamiento, con lo que la obtención del ADN se presentaba más compleja, principalmente debido al formol utilizado, destacan los expertos.
Según Lorente, las sustancias aplicadas en el embalsamamiento tienen un impacto en la obtención de pruebas de ADN. El formol es una sustancia bactericida y su uso detiene durante periodos más o menos largos de tiempo la putrefacción y otros procesos que destruyen el cuerpo tras la muerte.
Aunque el formol desestructura la molécula de ADN, un proceso de embalsamamiento no llega a todos los tejidos de un cadáver en cantidad suficiente, por lo que es posible obtener una muestra con calidad "para un análisis de tipo forense como sería el caso de una paternidad", según este forense.
"El cuerpo está formado por unos 30 billones de células y es imposible que el formol llegue a todas por perfusión", sostiene Lorente.
Respecto a la importancia del tiempo transcurrido, Amparo Fernández aseguró que se ha obtenido ADN en hisopos bucales, uñas y pelos recogidos pocos días después de un embalsamamiento, y en periodos más largos hay que recurrir a piezas dentales y huesos.
El ADN para ser analizado "debe estar íntegro", explicó Amparo Fernández junto a María Carmen González, facultativa de Servicio de Biología del español Instituto Nacional de Toxicología.
Ello implica que, aunque por la degradación esté parcialmente fragmentado, los fragmentos disponibles deben ser "amplificables".
En ciencias forenses cada caso es un mundo diferente.
"Esa es la mayor dificultad" ya que apenas hay dos casos iguales, según Lorente, impulsor del programa "DNA Pro Kids", diseñado para evitar el tráfico de menores en el mundo y con el que se han identificado más de mil 200 niños que han sido devueltos con sus familias que los estaban buscando.