Al ver el video en su casa se dio con una sorpresa: una pareja teniendo sexo. El abad Arseniy, máxima autoridad del monasterio, reaccionó con absoluta indignación al ver las imágenes. "Es un insulto a este santuario. Como si no hubiera un mejor lugar para hacer eso. Si mis superiores dan el visto bueno, voy a presentar la denuncia a la Policía", contó a la agencia KP.