Las autoridades estiman el seguimiento de la protesta en París entre 18.000 y 20.000 personas, mientras los sindicatos hablan de 110.000 participantes en la capital.
Las protestas se tornaron violentas en varias ciudades, incluyendo París, Rennes y Nantes. Los manifestantes lanzaron piedras a la policía que respondió con gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento.
Veintiséis personas fueron detenidas a raíz de los disturbios, nueve de ellas en París.
El Gobierno señala que la movilización se redujo en comparación con el 9 de marzo y el 31 de marzo, cuando la policía reportó respectivamente 224.000 y 390.000 manifestantes en toda Francia.
Para la Confederación General del Trabajo (CGT), "el número de los eventos registrados, más de 200, muestra que la determinación es inquebrantable".