Al principio parecía algo gracioso. Los amigos reían al ver a la mujer perdida en medio de la oscuridad. La llamaron, ella se acercó, y la escena se transformó por completo.

Tenía 29 años, las manos bañadas de sangre y estaba en shock. Temblando, les dijo: "Acabo de matar a mi novio a puñaladas".

Los ocupantes del auto no sabían qué hacer o decir. Tuvieron una breve conversación en la que ella les contó lo que había ocurrido. Al parecer, tras una discusión con su novio en la casa que compartían, le clavó varias veces un cuchillo de cocina, hasta matarlo, y huyó espantada por lo que había hecho.

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