Asimismo aseguró que su familia le apoya totalmente, "pero no hay razón para el precio que se les fuerza a pagar".
“He tenido bastante con los tormentos que hemos sufrido mi familia y yo, mi esposa, mis hijos y mi madre anciana”, señaló, al añadir que bajo estas circunstancias decidió dimitir como ministro y miembro del Parlamento.
El escándalo por las acusaciones de agresión sexual contra el ahora ex-ministro del Interior estalló cuando el diario Haaretz publicó hace unos días que una antigua trabajadora de la oficina de Shalom había asegurado que éste la agredió sexualmente.
La afectada contó que hace más de diez años, Shalom le pidió que le practicara sexo oral abusando del poder que tenía sobre ella.
Poco después aparecieron cinco mujeres más que acusaron al ministro de haberlas asaltado sexualmente.
Shelly Yacimovich, diputada de la Unión Sionista (coalición de Laboristas y el centrista Hatnuah), señaló que “es bueno que Silvan no haya esperado para dimitir. A nivel personal, ha hecho lo correcto”.