Web Analytics Made Easy - Statcounter
Lunes, 12 Noviembre 2012 01:57

Las amenazas de la biógrafa de Petraeus a otra mujer desvelaron el 'affaire' Destacado

Valora este artículo
(0 votos)

 

Petraeus y su biógrafa, en Afganistán en julio de 2011. | AFP/Isaf

Todo comenzó por celos. Según fuentes de seguridad, el hilo que llevó al FBI a descubrir que el director de la CIA, David Petraeus, tenía un 'affaire' con su biógrafa, Paula Broadwell, fue el miedo de otra mujer que había recibido e-mails amenazantes de Broadwell. Después, el FBI "se encontró" con Petraeus, a quien no le quedó más remedio que presentar su dimisión.

 La investigación del FBI que condujo a la renuncia del general de cuatro estrellas esta semana comenzó "hace varios meses" por unos correos de "acoso" que había enviado Broadwell, la mujer identificada por fuentes legislativas y del Gobierno como la presunta amante de Petraeus.

La amenazada era una mujer cercana al director de la CIA, según declaró un oficial de la de seguridad a Reuters. Aunque no está clara la relación de esta segunda mujer con Petraeus (se sabe que no es su esposa y que tampoco trabaja en la agencia de inteligencia), la amenazada estaba tan asustada que acudió al FBI solicitando protección y pidiendo ayuda para identificar al ciberacosador, según el Washington Post.

La agencia investigó entonces las amenazas hasta llegar a Broadwell. Al parecer, los e-mails de la biógrafa indican que ésta pensaba que la otra mujer estaba iniciando una relación con Petraeus, según los funcionarios citados por el diario. En el correo de con Broadwell, el FBI se encontró además con e-mails explícitos entre Petraeus y Broadwell.

'Se toparon con él'

La investigación del FBI "no comenzó con Petraeus, pero en el transcurso de la investigación, se toparon con él", explicó una fuente legislativa al diario neoyorquino, al añadir que el FBI no ha dado más información sobre las dos mujeres o el enfoque de la investigación.

La naturaleza sexualmente explícita de los e-mails entre la biógrafa y el general indujo a pensar a los investigadores del FBI que la cuenta de correo personal de Petraeus había sido 'hackeada' y que la seguridad nacional podía haberse visto amenazada. Sin embargo, según las fuentes citadas por el Post, la investigación -incluidas las entrevistas a Broadwell y Petraeus- les llevaron a descubrir que los dos tenían una relación extramarital.

Al ofrecer su renuncia, tras 14 meses al frente de la agencia de espionaje, Petraeus dijo en un comunicado que lo hacía porque había demostrado "un pobre juicio" al mantener la relación extramarital.

Aunque Petraeus no nombró a su presunta amante, ésta fue identificada como Broadwell, graduada de la academia militar Westpoint y reservista del Ejército.

La repentina dimisión de Petraeus, que el miércoles pasado cumplió 60 años, ha suscitado interrogantes y especulaciones, sobre todo en lo que se refiere a posibles brechas de seguridad y la posibilidad de un chantaje.

Incógnitas

Por ahora, ni los líderes del Congreso ni representantes del Gobierno de Estados Unidos han precisado si, en efecto, el escándalo ha dado pie a filtraciones de datos sensibles que hayan comprometido la seguridad nacional.

Citando a un funcionario del Gobierno, el diario indicó que el FBI no investigaba la infidelidad de Petraeus, que no sería de todas maneras "un asunto criminal".

Sin embargo, la revisión de sus correos electrónicos, todos o casi todos enviados desde su cuenta personal y no de la CIA, "suscitaron la posibilidad de brechas de seguridad que debían ser discutidas directamente con él", agregó.

El caso todavía tiene muchas otras incógnitas abiertas, como la identidad de la segunda mujer o la naturaleza de los e-mails que llevaron a la investigación del FBI.

Tampoco está claro por qué el FBI esperó al día de las elecciones para decirle al Director de la Inteligencia Nacional, James Clapper, supervisor de la CIA y las otras agencias de inteligencia, que estaba investigando al director de la agencia.

Aunque rumores de relaciones de Petraeus fuera de su matrimonio habían circulado anteriormente, en realidad se debían más a suposiciones por tratarse de un militar de algo rango de gran éxito, que por razones del servicio pasaba largas temporadas apartado de su esposa y que podía verse sujeto a flirteos de mujeres.

Pero la evidencia era la contraria. Según testimonios de compañeros de armas recogidos por el «Washington Post», Petraeus y su mujer Holly pasaban por ser ejemplo de matrimonio perdurable en las complicadas circunstancias de la vida militar. «He pasado mucho tiempo con él. Nunca le he oído decir, ¡guau, qué buena que está! Nunca decía nada grosero o referente a la apariencia de una persona», dice uno de sus antiguos ayudantes.

Casados durante 38 años, Petraeus y su esposa mostraron una vez más su supuesta idílica relación el mes pasado cuando asistieron a la boda de su hija, de 30 años. El matrimonio cuenta con otro hijo, Stephen, que ha seguido también la carrera militar.

Visto 848 veces