"¡Acuéstate!", le gritó uno de los asesinos al joven, que estaba esposado y sentado sobre el pasto. Como no le hizo caso, le pegó una patada.
El otro agresor, que filmaba todo con su celular, reprendió a su cómplice. "No hay que pegarle, hay que matarlo".
Israel Fidelis de Holanda lloraba e imploraba por su vida. Pero el homicida sacó su arma y disparó.
"¡En el cuerpo no! ¡En la cabeza!", exigió el que parecía ser el jefe. Y el otro le hizo caso.
Rápidamente, el cuerpo del joven dejó de moverse y quedó inerte en el piso. En total recibió seis disparos de bala.
Por el momento, la Policía no sabe quiénes fueron los autores del homicidio, y está pidiendo al público que reporte cualquier información que tenga.
Infobae