El incidente ocurrió en medio de la decisión de Washington de reforzar su presencia naval en la región, una medida que Caracas consideró provocativa.

El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino, en un discurso televisado, anunció que los sistemas de defensa aérea del país, así como los servicios del principal aeropuerto de Venezuela, detectaron "más de cinco aeronaves de combate" que "se atrevieron a acercarse a la costa" de la república.

Padrino calificó las acciones estadounidenses de "descaradas" y enfatizó la disposición de Venezuela para defender su soberanía.

También vinculó el incidente con la intensificación militar estadounidense en el Caribe, que, en su opinión, representa una amenaza para la estabilidad.

Las relaciones entre Caracas y Washington siguen siendo extremadamente tensas debido a diferencias políticas de larga data, las sanciones económicas de Estados Unidos contra Venezuela y el apoyo de Washington a las fuerzas de oposición en el país.