Un juez de Los Ángeles redujo la sentencia a los hermanos Erik y Lyle Menéndez al condenarlos este martes a 50 años de prisión por el asesinato a tiros de sus padres en Beverly Hills en 1989.
El juez Michael Jesic, del Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles, tomó la decisión después de una audiencia de un día completo en la corte de Van Nuys, en la que se escucharon testimonios de familiares y compañeros de prisión, sin necesitar un segundo día, como estaba contemplado.
Los hermanos Menéndez son elegibles a la libertad condicional bajo la ley de delincuentes juveniles de California debido a que cometieron el doble asesinato siendo menores de 26 años.
Ahora, será la junta de libertad condicional de California la que debe decidir si los dos hermanos son liberados. “No digo que deban ser liberados, no me corresponde a mí.
Creo que han hecho lo suficiente en los últimos 35 años como para que se les dé esa oportunidad“, expresó el juez Jesic. Erik y Lyle Menéndez fueron sentenciados originalmente en 1996, después de un segundo juicio, a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, en su residencia de Beverly Hills en agosto de 1989.
Cuando cometieron el doble asesinato, los hermanos tenían 18 y 21 años.
Los abogados defensores argumentaron que actuaron en defensa propia tras años de abuso sexual por parte de su padre, pero la fiscalía aseguró que el doble crimen fue cometido por una herencia multimillonaria. Erik y Lyle Menéndez comparecieron en video transmitido en vivo y no mostraron ninguna emoción durante la mayor parte del testimonio.
Sin embargo, ambos se rieron cuando una de sus primas, Diane Hernández, le dijo al tribunal que Erik recibió calificaciones de A+ en todas sus clases durante su semestre más reciente en la universidad.
El interés sobre el caso de nueva sentencia para los hermanos Menéndez se disparó en octubre cuando el entonces fiscal del Condado de Los Ángeles, George Gascón, anunció que apoyaba una sentencia reducida.
Gascón dijo que sus recomendaciones consideraron diversos factores, como la rehabilitación en prisión y el abuso o trauma que contribuyó al doble crimen.
El fiscal elogió la conducta de los hermanen en prisión, al afirmar que se rehabilitaron y que implementaron programas para ayudar a otros reclusos. Las audiencias en el tribunal no sólo fueron cubiertas por medios nacionales e internacionales, sino también han estado presentes partidarios de la lucha por la libertad de los hermanos Menéndez.
La audiencia de este martes comenzó con la defensa llamando a la prima de Erik y Lyle, Anamaría Baralt, quien declaró que los hermanos han expresado de forma repetida remordimiento por sus acciones.
“Todos, en ambos lados de la familia, creemos que 35 años son suficientes.
Nuestra familia los perdona universalmente“, expresó. Baralt le rogó al juez que liberara a sus primos porque se agotaba el tiempo para que se reunieran con sus familiares mayores.
Un juez jubilado que trabajó con perros de terapia dijo en el estrado que los hermanos Menéndez son vistos como líderes y que cambiaron su perspectiva sobre la rehabilitación de los reclusos.
El testigo reconoció que antes quería castigar a los acusados, pero gracias a los hermanos y a su labor de ayuda a los ancianos y a otros reclusos, ahora cree en la rehabilitación.