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Jueves, 26 Febrero 2015 20:38

Los pacientes del Hospital Ayala batallan con el mal servicio

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Sobrepasado. Para muchos de los derechohabientes, las instalaciones del Hospital General Regional 45 del IMSS ya están obsoletas Sobrepasado. Para muchos de los derechohabientes, las instalaciones del Hospital General Regional 45 del IMSS ya están obsoletas A. García

Los derechohabientes reclaman un arreglo a la zona, ya que batallan con el comercio ambulante

El hospital está rebasado tomando en cuenta el número de personas que diariamente acuden

GUADALAJARA, JALISCO (26/FEB/2015).- José Aguayo Cruz acudió al Hospital Ayala con su padre, de 91 años, quien padece insuficiencia renal y vive con un dren en su cuerpo y se desplaza en silla de ruedas.

Luego de que le practicaran algunos estudios a su padre, salieron del nosocomio para esperar un taxi y poder regresar a casa.

Durante un rato, permanecieron junto a la rampa de la zona de Urgencias, para esperar en el poco espacio de sombra, en plena banqueta.

José considera que el hospital requiere ser trasladado a otro lado, pues ya está rebasado y es pequeño, si se compara con el gran número de personas que diariamente acuden a él.

“Las instalaciones ya están obsoletas, ya dio lo que tenía que dar, ya necesita una ampliación a gritos”.

Laura Sánchez también llevó a su padre para que fuera atendido de una parálisis en la mitad de su cuerpo. Era una urgencia, pero para el hospital no lo fue, y lo hizo esperar 11 horas para atenderlo; parte del tiempo estuvo sentado en uno de los pasillos del nosocomio.

Laura asegura que no se necesita ser médico para saber que un problema como el que sufrió su padre era para ser atendido de inmediato, y no fue así.

Los alrededores

Además de la atención dentro del hospital, los derechohabientes reclaman un arreglo integral a la zona. La calle San Felipe tiene una alta concentración de transporte público y automóviles, sin que exista un semáforo en el cruce con la calle Gregorio Dávila. Esto hace riesgoso el tránsito de pacientes, que además tienen que batallar con el comercio ambulante que obstruye banquetas y rampas para personas con discapacidad.

Los coches no respetan la raya amarilla que les impide estacionarse junto a las banquetas, por lo que los camiones y conductores particulares tienen sólo un carril para transitar.

Las personas que usan bastón, andaderas, sillas de ruedas o que, simplemente tienen un paso más lento después de haber sido intervenidas quirúrgicamente o tener una edad avanzada, no pueden transitar con seguridad.

NUMERALIA
Un día típico en el Ayala


1,029 consultas.

60 egresos hospitalarios

25 intervenciones quirúrgicas.

6 intervenciones quirúrgicas ambulatorias.

4 defunciones.

12 nacimientos.

2,636 estudios de laboratorio.

1,198 diálisis.

797 empleados.

260 camas censables.

93 camas no censables.

8 quirófanos.

Un edificio rebasado

Originalmente, el edificio que ahora se conoce como Hospital Ayala era un nosocomio privado, el cual fue comprado por el IMSS hace más de cinco décadas.

Fue construido para una demanda de pacientes menor a la que hay actualmente, y con un diseño de acuerdo a la época.

Su modelo de construcción ya no empata con las necesidades de la gran cantidad de derechohabientes que recibe, y tiene un medio ambiente desfavorable para las personas, pues no cuenta con áreas verdes ni de fácil acceso, tampoco con un espacio para estacionamiento, refiere el investigador en Salud Pública de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Felipe Lozano Kasten.

Los nuevos hospitales que construye el Seguro Social ya tienen un nuevo modelo, más funcional y con un diseño más innovador, como el Hospital 180, inaugurado hace un par de años en Tlajomulco.

“El paciente necesita un espacio para circular, para ser atendido, ya están las normas en el país y en el mundo para saber cuánto espacio necesita el paciente en consulta, hospitalización y quirófanos; y este hospital se quedó con indicadores de hace muchos años”.

Señala que la línea natural es que una persona va al hospital a nacer, a recuperar la salud o a morirse. Con un lugar descuidado y obsoleto, difícilmente se recupera la salud.

“Tenemos gente joven que mira lo que pasa en el mundo fácilmente, y compara lo que recibe y cómo va a estar de acuerdo, definitivamente es obsoleto arquitectónicamente por los espacios y el mantenimiento que, además, al Seguro Social le debe costar mucho dinero”.

Por otro lado, la saturación y mala condición de hospitales no es exclusiva del Seguro Social, y viene de 20 a 30 años atrás.

Las clínicas de la Secretaría de Salud o del ISSSTE también presentan esta situación, y se debe a que la demanda de servicios ha crecido sin que los recursos lo hagan también.

“La demanda crece con la población de forma exponencial, y los recursos para la salud crecen de forma lineal; nada más se asigna lo referente a la inflación, pero la gente demanda más, vivimos más enfermedades crónicas y vivimos más años”.

Preparan “paliativos” para el hospital

Ubicado en una de las zonas más céntricas de Guadalajara, el Hospital Ayala del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, es el nosocomio más longevo del instituto en el Estado, con casi 53 años de historia.

Está asentado en el barrio de Santa Tere, que también es uno de los más viejos de la ciudad, y la mayoría de los derechohabientes que atiende son adultos y personas de la tercera edad, tanto para consulta como para hospitalización.

Autoridades delegacionales del IMSS aceptan que se requiere sustituir el hospital por uno nuevo, en otro terreno. Pero mientras eso se logra, se harán algunas mejoras para tener una mejor atención, aunque se trate sólo de paliativos.

El delegado del IMSS en el Estado, Marcelo Castillero Manzano, habló de los proyectos contemplados.

El plan es sacar la sala de espera del área de Urgencias, que actualmente se tiene en el patio de maniobras, justo a un lado de donde entran las ambulancias.

“Vamos a hacer un cambio, sobre todo debajo de Urgencias, y en sala de espera vamos a ver si usamos la explanada para poner la sala de espera, es otro parche con el parche, pero es que hay mucho riesgo”.

El Hospital Ayala mantiene una ocupación casi total de pacientes durante todo el año, y esa es una de las razones por las que hay tanto diferimiento en las cirugías y citas.

Según Castillero Manzano, la gente se queja de la condición de las instalaciones del nosocomio, tanto en espacio como en limpieza. Sin embargo, los derechohabientes no se han referido de manera negativa a la calidad de la atención.

SABER MÁS
Las principales quejas


Según estudios realizados en las unidades del IMSS, las principales quejas son las siguientes:

En el primer nivel de atención como las Unidades de Medicina Familiar: Mala atención de parte del personal y falta de medicamentos.

En segundo nivel, como hospitales: El diferimiento quirúrgico y que las unidades están sucias.

FRASE

"
Que lo traten a uno como se merece, que sean cordiales, eso es lo que pedimos, que la atención mejore, y que también las instalaciones las limpien más, porque son una cochinada"

María Guadalupe de la Torre Romero,
derechohabiente.

 

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Ante la insuficiencia del Hospital Ayala, la solución es construir otro

Usuarios se quejan de la falta de espacio y la tardanza en la atención

GUADALAJARA, JALISCO (26/FEB/2015).- Saturado, sucio, con desgaste y descuidado, por dentro y por fuera. Así se encuentra el Hospital General Regional 45 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, mejor conocido como el hospital Ayala, con casi 53 años de haber abierto sus puertas a la población.

Los usuarios reclaman falta de espacio y se quejan de baños y cuartos sin asear, pero el señalamiento más sensible es la tardanza en la atención y el tamaño de sus instalaciones, pues son inferiores a las demandas reales de atención médica.

El nosocomio, ubicado sobre la calle San Felipe, en el barrio de Santa Tere, tiene una ocupación permanente de 95%, y atiende a más de 500 mil derechohabientes.

El delegado del IMSS en Jalisco, Marcelo Castillero Manzano, advierte que no hay otra solución que derrumbarlo y construirlo en otro terreno, de mayores dimensiones y con mejores condiciones en general.

Las gestiones ya se hicieron en el nivel federal, pero dada la situación económica del país, difícilmente se podrán obtener recursos para construir un hospital nuevo en este año.

“Hay que tirar y hacer otro, esa es una solución; ese hospital ya no tiene remedio”.

Castillero Manzano asegura que pese a la mala imagen del hospital, en las visitas que ha realizado de manera imprevista para ver su funcionamiento, platicar con los pacientes y revisar la dinámica propia del inmueble, la queja se basa más en lo descuidado de las instalaciones que en la propia atención.

Los pacientes y sus familiares no piensan lo mismo. En un recorrido realizado por este medio en el hospital y sus inmediaciones, el diferimiento de la realización de estudios y las citas para cirugía, así como la atención que se brinda de parte de los trabajadores, llámese médicos, enfermeras o administrativos, fueron las principales quejas de las personas abordadas.

 
El Informador
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